4 de junio de 2011

Sonrisas tatuadas por horas alcoholizadas, por locuras de media noche y despertares a medias tardes. El humo, los cubatas y los roces con conocidos y no tan conocidos se impregnaban en mi ropa, dándole ese asqueroso olor que al día siguiente te recordaba lo mucho que disfrutaste. Y el baile, los bailes, la música alta y perder el control, aumentar la velocidad y estrellarse contra sus labios..

No hay comentarios:

Publicar un comentario