5 de junio de 2011

Siempre vas detrás cuando persigues al destino.


Hace unos días decidí que esto no es vida, decidí buscar las oportunidades, y no esperar a que ellas vengan a mí, decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución, decidí preocuparme un poco más por mí misma, decicí luchar por quien merece la pena, y no por una piedra que se cruza en mi camino, decidí sonreirle a los problemas, y hacerle burla a la vida, decidí pasar cada segundo de mi vida aprovechando las pequeñas alegrías, en vez de andar siempre en busca de la gran felicidad, dárselo todo a quien de verdad lo merezca. Entonces aprendí que lo importante no es no caerse por el camino, sino aprender a levantarse, que de los errores se aprende, que todos nos equivocamos, pero lo importante es saber quienes merecen nuestro perdón, y aprendí a reirme de todo lo que me rodea. Desde entonces, no duermo para descansar, duermo para soñar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario