Puede, que me olvidé la razón en el trastero; de mi ultimo cumpleaños, de ponerle pilas al recuerdo, de hacer las paces con la certeza. De contarte por qué me fui; es más, de saberlo. De mezclar más alegría con menos dolor. De pretender que vuelvas. Me olvidé de echarle gasolina a la memoria, y no me anda. De peinarme hoy por la mañana. Pero me acordé de recordarte. Que para mi, es suficiente.
28 de mayo de 2011
Noche. Noche encantada. Noche dolorosa. Noche insensata, mágica y loca. Y luego más noche. Noche que parece no acabar nunca. Noche que sin embargo, a veces pasa demasiado rápido.
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